Y tú venías con tus gafas nuevas
y yo esperaba como siempre en tu portal
y el beso al saludarnos recordaba
el sueño que soñábamos soñar
Entonces no entendía que los sueños
son siempre malos, siempre son igual
que los buenos se terminan demasiado pronto
y los malos no terminan de acabarse
al despertar