A veces me siento tan pequeño
que siento que la vida me pasa por encima.
A veces siento que muchos no conocen
cosas que yo he conocido en la vida.
A veces siento que todos son felices
y no se preocupan como yo por tonterías.
A veces me siento el único que tarda
tanto tiempo en dormirse cada día.
Me siento pequeño y siento
que estoy malgastando mi vida,
que empleo más tiempo en darle vueltas
que en vivirla.
Y siento que si todo fuera un cuento
yo sería un mal protagonista.
Y entonces me parece todo inaccesible:
ser mejor, o ser al menos el que fui un día,
sonreír como entonces,
cumplir con las expectativas.
A veces me siento tan pequeño,
tan pequeño entre las cosas de la vida
que me encuentro entre las hierbas de tristeza
como una desorientada hormiga.
A veces me siento tan pequeño
que el único consuelo que me anima
es por lo menos sospechar que todo el mundo
se habrá sentido así algún día.