Amar es empezar a tener miedo.
Está claro.
Es que los días sin ti empiecen
a ser horriblemente largos.
Es descubrir que las horas
son distintas
según quién esté a nuestro lado.
Amar es empezar a sentir
agujetas en sentimientos olvidados,
en sentimientos que o ya no importan
o nunca nos importaron.
Amar es distraerse para mal.
Está claro.
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