Bajaba de noche
por aquel sendero,
solo en mi tristeza,
triste en mi silencio.
El campo dormía,
estaba desierto;
allí moría yo
con mis pensamientos.
Este es el camino
dulce de mis sueños,
este es el camino
que va al cementerio.
Yo vengo aquí siempre,
preparo mi entierro
solo con mi tumba,
solo bajo el cielo.
Pasear aquí
es por donde suelo
cuando me extravío,
cuando desespero
y me falta algo
y noto que no puedo,
cuando estoy vacío
y sé que me muero.
José Mª Roméu. Sábado, 10 de noviembre de 1967. De Recuerdos de mi juventud