Podría ser mañana cuando volviera a llegar
puntual como entonces a tu portal
y tú como siempre bajaras tarde
porque aún no te ha dado tiempo de arreglarte.
Podría ser mañana cuando te volvieras a enfadar
por aquellas tonterías que yo siempre hacía.
Podría ser mañana cuando volviéramos a sentarnos
en aquel parque donde los patos
nos veían besarnos
y que desde aquellos días no has vuelto a visitar.
¿Cómo ser puntual ahora
si no he quedado contigo a ninguna hora?
¿Cómo puedo enfadarte
si te busco y no te encuentro en ninguna parte?
¿Cómo hablarte
si tengo miedo de recordarte?
¿Cómo decirte tonterías
si tengo miedo de que te rías?
¿Cómo volvernos a besar
delante de aquellos patos
si seguramente ya
echaron a volar?
¿Cómo volverte a ver soñar
en tu cunita de oro
si con verte me enamoro
y te vuelvo a amar?
Podría ser mañana cuando volvieran a pasar
por el cielo aviones tiza
pintando el cielo con ceniza
para hacernos recordar.
¿Cómo ver pasar
otra vez aquellos aviones
si nuestros corazones
están cubiertos ya de nubarrones?
Podría ser mañana, sí, podría ser mañana
le dice mi corazón al mar.
Pero ¿qué es mañana?
Y el mar responde en silencio:
—Tú sabrás.