No son pruebas.
No es un examen que te hace mi corazón.
Son recuerdos
que me hacen dudar del amor.
No te comparo con otras.
Me comparo yo.
Y me empeño en que todo sea igual de malo,
pero contigo es mejor.
No son pruebas.
Perdóname, ¡por favor!
Es que no puedo creerme
que haber nacido tenga una explicación.
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