La inspiración excesiva que acorrala
en un rincón mudo a las letras.
La muerte que pica en la espalda
en un punto al que uno no llega.
Esa esperanza imposible
que juguetea
incluso con las mentes más brillantes
que lo han intentado en la Tierra.
Eso
o lo que sea.
No sé qué es la vida,
Y aun rescatando algún día a las letras,
aunque consiga rascarme la muerte,
aunque me ría de la humanidad entera,
no sé qué es la vida,
no creo que nunca lo sepa
y, por eso, me siento el más triste de todos los hombres
y, por eso, me importa tan poco la tristeza.