Te quiero como nadie en el mundo te ha querido.
Mis ojos te señalan, mis manos solo miran,
mis versos van remando en el río del cariño.
Te quiero como nadie en el mundo me ha querido
y tú que tienes miedo te escondes en tu pecho.
«¡Cómo te puedo amar sin pedirte nada a cambio!»
Tus miedos se baten en duelo con tus sueños.
Daría todo para que no existiera nadie
tan feliz como tú y como yo, pues, en silencio.
Las ganas de quererte me salen de la boca.
No hay nadie más que tú que se merezca mis besos.
De noche pienso en ti y te acaricio por el aire,
no importa que sea solo imaginación tu cuerpo.
Porque estar a tu lado es el más bello tesoro,
más bello que saber que nuestro amor es eterno.
Porque te echo de menos los días que me faltas
aunque mi corazón se niegue a reconocerlo.
Es tan grande mi amor para ti que estoy seguro
que nadie te querrá nunca como yo te quiero.
Y si el amor se acaba como dicen algún día
yo inventaré otro nombre para amar, ¡te lo prometo!
Te quiero como nadie en el mundo me ha querido.
Como nadie en el mundo te ha querido, te quiero,
porque tú para mí eres el miedo que se vence
porque tú para mí eres… el amor verdadero.