¿Cómo puedo odiarte tanto a veces?
¿Qué le pasa a mi cuerpo?

¿Seré como el que aparta la cara
cuando le van a dar un beso?

¿Qué quiere mi cuerpo
cuando esquiva
tristemente tus te quieros?

¿Qué me pasa por la mente
para preferir el silencio?

¿Qué defecto albergaré en la sangre
para poder odiar
y amar en un momento?

¿Qué terribles reacciones químicas
me remueven por dentro?

¿Cómo puedo odiarte tanto a veces
y amarte tanto
cuando estoy contento?

¿Seré yo mismo o seré otra persona
cuando te odio
y cuando te quiero?

¿Quién será el verdadero yo?
¿Cuál será el verdadero sentimiento?

¿Será que no es verdad
que te amo siempre?

¿Es que solo puedo amarte
por momentos?

No quiero odiarte tanto a veces.
Ni siquiera cuando te odio
quiero hacerlo.

Tal vez el amor
me devuelve al revés el eco.
Tal vez cuando más te odio
es cuando más te quiero.

Tal vez no entiendo nada
y el que entiende sea mi cuerpo
y sabe que hace falta odiarte a veces
para saber siempre lo mucho que te quiero.

esas frases que nadie como yo te dirá
José Ángel Buesa

Me pasa con todo.
No solo con el amor.
No es que me moleste el éxito de otros,
es que siento que yo podría hacer lo mismo, pero mejor.

Ese mismo beso te lo habría dado cogiéndote la mano
y haciendo que te retumbara el corazón.

Esa palabra tan bonita
te la habría dicho mucho antes yo
y hasta te habría explicado su origen
y la habría rodeado de versos con mi voz.

Ese anillo… Buah, ese anillo.
Yo te habría dado uno menos caro, pero con más valor.

Y eso es lo que me pasa con todo.
Y no solo con el amor.
Y todo porque no me cabe en la cabeza
que para cada uno es distinto lo mejor.

Que a ti te intimida que te cojan tan pronto de la mano
y te duele cuando te retumba el corazón.

Y no te gusta que te digan que te quieren con poemas
porque al recitar es verdad que cambia un poco la voz.

Que para ti cualquier anillo que él te hubiera dado
a pesar de su precio habría tenido el mismo valor.

Claro que era eso. No le dabas a algunas cosas
la misma importancia que yo.
Y por eso a mí me importó tanto que te fueras con otro
pero a ti no.
Por eso yo sigo siendo uno
y tú eres ahora dos.

Porque tú entendiste que cada uno tiene su manera
de entender lo que es mejor.
Y yo no entendí que no siempre es lo mejor lo que uno quiere,
pero él sí lo entendió.

Llegaste tú
y trajiste la respuesta,
pero no entiendo.
¿Por qué el amor?
¿Qué tiene el amor
que no tenga
una tarde de reflexión?
¿Qué tiene el amor
que no tenga
la ilusión de aprender algo?
¿Tendrá eso
de hacernos inmortales
en cadena?
¿Tendrá eso de no estar solos
en la espera?
¿Tendrá eso de entender
cómo funciona nuestro cuerpo
encontrando en otro
el mismo funcionamiento?
¿Tendrá esa conexión química
que uno solo nunca encuentra?

¿Por qué el amor?
Me da rabia,
pero ahora que has venido,
no te vayas
que veo
una nueva forma
de enfocar las cosas.

Ahora que has venido,
no te vayas.
Déjame entenderlo todo
por medio del amor.
Aunque sé que hay mucha gente
que ni por amor
ha comprendido.

Ya apagaron las luces de las calles
que paseaban cogidas de mi mano.
Yo sigo paseando a veces solo
buscando algún recuerdo en el asfalto.

Ya apagaron las luces de las calles
el triste amanecer del que ya ha amado,
el triste corazón que añoró un beso
que jamás, en verdad, le habían dado.

Ya apagaron las luces de las calles
por las que yo iba siempre enamorado,
por donde iba pensando que era amor
lo que solo era andar por el asfalto.

Ya apagaron las luces de esas calles…
Ni siquiera sé ya por dónde ando.
Ni siquiera me saben a recuerdos
las lágrimas de ayer que voy pisando.

Si fuera tan fácil hablar como escribir versos,
mis hojas ya habrían volado a tus oídos.
Si fuera tan fácil amar como sentir miedo,
mi amor ya sería temblando tu primer hijo.
La voz es la más triste agotadora de manos,
portavoz de la vergüenza del amor prohibido.
Si fuera tan fácil amarte en tus mejillas,
no olerían tan mal las noches que paso contigo.
Los sueños de mi esperanza son sueños terribles.
Mi amor es así: solo me duermo cuando escribo.
Si fuera tan fácil acostarme en tus pestañas,
no harían mis besos de triste papel su camino.
Van cayendo noches de la pasión de mi alma,
cada vez me quedan menos frases con sentido.
No importa que busque entre mis hojas versos tuyos.
No importa. Los ojos se me caen cuando te miro.
No importa que afine mi voz tu dulce paso.
No importa. La lengua se me seca si suspiro.
Si fuera tan fácil hablar como escribir versos,
sería esta una hoja en blanco y tú el amor mío
y yo la fuente que lanza versos verdaderos
al desnudo pecho de tu mar. Como un río.

Dominamos la física.
Tiramos un calcetín
y cae justo
donde queremos que caiga.
Nos sentamos en el lugar exacto de una silla
con el centro justo
entre nalga y nalga.

Dominamos la física.
Aparcamos sin problemas muchas veces,
le damos la velocidad precisa
a las cosas que hace falta.
Nos aprendemos de memoria
largas listas de palabras.

Dominamos sin duda la física.
No hay más que observar una pantalla.
Encendemos la luz cuando queremos.
Nos secamos con una toalla.
Nos tapamos si hace frío
y nos bronceamos en la playa.
Hacemos rimas consonantes
y el oído disfruta al escucharlas.
Incluso hacemos canciones con la boca
y sacamos ritmos
de los objetos con menos gracia.

Dominamos la física. No hay duda.
Y muchas ciencias más. También la magia.
Sí. Controlamos muchas cosas;
hasta el más inútil es capaz de controlarlas.
Pero aún hay algo que nos falta dominar,
después de tanta noche a ello dedicada.
Todos lo sabemos:
nos falta, sin duda, dominar el corazón,
pero ahí nadie se salva.

Se acaba el verano
otra vez
cada año lo mismo
aunque distinto cada vez.
Da igual que se presente un buen otoño,
da igual que no haya ya nada que perder,
siempre tengo ese tonto día de verano
con la pesada sensación de tener que volver a nacer.
Siempre hay algo que me ata al pasado,
una cuerda que no rompo porque sería demasiado fácil de romper,
una carga donde lo que más pesa
es todo lo que me ha salido hasta ahora bien.

Se acaba el verano
y es normal que tenga sed,
estoy lejos del mar,
lejos de donde el presente es más fácil de entender.
La naturaleza entera
mira al cielo para ver cómo empieza ya a llover,
cómo empiezan ya los días
en los que se va mostrando nuestro verdadero color de piel,
esos días que tanto me abruman ahora,
pero que son en los que al fin y al cabo te empecé a querer,
esos mismos días en los que puedo volver a hacer cosas distintas
otra vez.

Se acaba el verano y es triste,
pero no tanto como cuando llueve y no se sabe por qué

Elegía a un padre que se fue despacio

Se fue yendo despacio
acostumbrando mi corazón a la tristeza.
En su larga enfermedad
nadie me dio más amor sobre la tierra.

Se fue yendo despacio,
tan despacio que aún parece que estuviera.
Tan despacio se fue
que la muerte se convirtió en su compañera.
Fue cayendo en el dolor para adecuarme
a cualquier sufrimiento que alguna vez tuviera.
Se posó suavemente en los brazos de la muerte
para que nunca en su recuerdo la temiera.

Y ahora en mis sueños
noche a noche silencioso entra
y me roba con su sonrisa tan mía
poco a poco los pedazos de tristeza.
Y para que no llore
me recuerda
cuando los dos nos guiñábamos el ojo
y nos poníamos aquella cara de extrañeza.
Y me hace vivir otra vez
los momentos que jamás pensé que volvieran
y me hace sentir otra vez
que en alguna parte, qué más da dónde,
mi padre seguirá siendo el que siempre era

Ahora ya que todo pasó.
Ahora ya que ni nos echamos de menos,
que ya tenemos fotos con otros y no pasa nada.
Ahora que todo es distinto, pienso:
¿Para qué sirvió todo?
¿Qué sentido tuvo aquello?
¿De qué sirve el amor
que solo dura un tiempo?
¿Es verdad como pienso ahora
que no fue amor verdadero?
¿Es posible encontrar
el amor eterno?
¿Son los amores más puros
solo los que recuerdan los muertos?
¿Cómo es posible verse tan distinto
en tan parecidos recuerdos?
¿Es que al acabar con alguien
renacemos?
Ahora que ya todo pasó,
ahora que hablo de ti y no me inquieto,
ahora que tiene razón quien decía
que todo lo curaría el tiempo.
Ahora con menos tristeza que entonces.
Ahora pienso:
¿Fue aquello en verdad necesario
para que ahora sea todo perfecto
o podría haber llegado al mismo sitio
directo?
No lo sé.
Solo espero
haber acabado ya el camino
y saber que todo, da igual qué,
fue para esto.

Hoy siempre será mañana
Wislawa Szymborska

Es que mañana
ya no será el día siguiente.
Las cosas tienen sentido como mucho
cuando suceden.

Es que mañana
hoy ya no será nada,
a pesar de nuestra desviación genética
de recordar las cosas pasadas.

Es que mañana
es la presunción del hombre
de cercar el tiempo,
como si el tiempo no fuera el motivo de todas las decepciones.

Es que mañana
puede que ya esté muerto
y no cambiará nada,
solo se desestabilizarán algunos planes y recuerdos.

Es que mañana no existe
y el ahora es tan pequeño, que si pensamos
es por esa perversión de la materia
de unirse para ser algo.

Cojamos sin pensar una millonésima parte de un segundo
o un átomo.
Y dejemos que el tiempo gire a nuestro alrededor
sin poder inyectarnos ya ni futuro ni pasado.