El sol saluda a la noche
que cuidadosamente lo tapa
con su colcha de fina plata
y luego se mete en su bote.

Un bote que pronto partirá
para llegar al mar
y ahí volver a nacer
el sol que tanto ilumina
de luz, abrigo y amor
porque la madre del sol, la noche
enseña a su hijo amado
cómo amar sin recibir
más que el reflejo del agua.

Madrid, 29 de diciembre de 1997.

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