Igual que la música
no deja de ser en su esencia ruido
y por mucho que se quiera a alguien
su cuerpo no deja de hacer sombra los días de menos frío.
Igual que aun las palabras más bonitas
son aire chocando por la boca, que no choca en cambio en los suspiros.
Igual que para el corazón
el amor son más rápidos, pero son solo latidos.
Así morir
es solo una parte del camino
y vivir,
vivir es la oportunidad de hacer que otros
encuentren la felicidad en nuestro recorrido.
La magia del mundo, como toda la magia,
no es más que un truco para engañar a nuestros sentidos.
Pero la cosa es que solo la magia
consigue que olvidemos que todo se reduce a latidos.