A veces se me escapa
querer casarme contigo.
Y tú te asustas.
A veces se me escapa
amarte siempre.
Y tú te asustas.
A veces se me escapa
pensar que no me quieres.
Y tú te asustas.
Y por dentro se te escapa amor
que nunca estuvo,
creer que era verdad que yo existía.
Y te asustas porque el tiempo
me ha traído antes,
antes porque para ti
cualquier momento
habría sido antes,
cuando ya pensabas
que nadie jamás te asustaría
con palabras locas
que se le escaparan de la boca
como si fuera verdad
la vida.