No creo que sea que la sigo echando de menos.
Es más bien
la satisfacción de saber
que no todo acabó tan mal como dijimos.
Ese megusta sin venir a cuento…
Yo que la conozco
noté en ello un guiño,
una reconciliación en la distancia,
de esas que no sirven para querer volver,
pero sí para saber que no fue tan malo todo.
Como una reconciliación hacia atrás,
como un juego que se traen nuestros recuerdos entre manos,
al margen de nosotros.
Por eso sentí esa satisfacción,
la satisfacción de saber que ya todo pasó
y que ya por fin no es triste echar de menos.