Pero si soy capaz de saber que te pasa algo
aunque me escribas exactamente lo mismo que otros días.
Cómo quieres que no note en tus ojos
que te he dicho algo que no debía.
Si soy capaz de detectar manchas
en el vaho que dejas en la ventanilla del coche.
Cómo quieres que no note en tus ojos
que un «para siempre» excluye irremediablemente algunas noches.
Si soy capaz de morirme
para estar seguro de empezar de nuevo.
Cómo quieres que no agache los ojos
y torture, hasta encontrar al culpable, a mis sentimientos.
Soy capaz de todo.
No te calles, por favor, ni empieces a mirar de lado.
Mírame a los ojos y dime qué te pasa
que haré lo que haga falta para solucionarlo.