Cuando llueve fuera
y yo leo dentro
siento como ajena
la tristeza de este mundo.
Y veo que no es tanto
el sufrimiento de mojarse.
Siento que se puede estar más triste,
siento que se puede estar más seco,
que a veces raspa el corazón
contra la vida
y no hay lluvia
que suavice el rozamiento.
Cuando está lloviendo fuera
y yo leo un libro cualquiera dentro,
me siento protegido,
pero a la vez siento
que hay muy pocas cosas en el mundo
capaces en verdad de protegernos.
Pero las hay
y, por eso,
te voy sacando de la lluvia,
a la vez que entre las líneas de cualquiera de mis libros
te voy poco a poco leyendo.
Siento que las páginas escuecen
como si fueran algo más que palabras con tiempo,
como si sentado
fuera posible viajar más lejos,
como si a las letras con los años
les crecieran más recuerdos.
Todo esto, ya ves,
sea malo o sea bueno,
es lo que siento
cuando llueve fuera
y yo leo dentro.
¡Hermoso! ❤