En el autobús leyendo a Simic
Haber llegado antes.
A veces en la vida tratamos a la gente nueva
mal.
Porque estamos cansados de esperar quizá,
estamos cansados ya del viaje.
Porque nos molesta ser siempre los primeros
que llegan a todas partes.
Haber llegado antes.
A veces tratamos a la gente como a quien se sube al autobús
y no le dejamos el sitio
por haber llegado tarde.
No entendemos en ese momento
que no es lo mismo que en misa o en una conferencia.
En la vida cada uno se nos sube en su parada.
No tiene por qué venir desde el principio.
Pero nosotros, que encima somos buenos,
no les dejamos el sitio
porque nos enfada que hayan llegado tarde.
Nos enfada incluso que quieran sentarse a nuestro lado
donde hemos puesto las bolsas con los sueños.
Y decimos: «Haber llegado antes».
Y no pensamos que la gente en la vida
llega cuando tiene que llegar.
Nos enfada incluso que quieran sentarse a nuestro lado
donde hemos puesto las bolsas con los sueños.
Buena frase… nos enfada que lleguen como Pedro por su casa.
Saludo.