Puedo leer un rato. No te preocupes,
te espero.
Al fin y al cabo llevo toda la vida esperando.
Tú avísame cuando estés
y te recojo en la puerta de tu cuarto.
No me importa lo que estés haciendo;
Supongo que te estarás arreglando.
Yo te espero lo que haga falta,
que soy de los que se preparan rápido.
Quizá estés haciendo otra cosa;
puede que sea algo malo.
Pero ¿por qué va a ser malo que hagas lo que quieras?;
¿quién soy yo para quererte tanto?
Lucharé por ti, de eso no hay duda.
Haré todo lo que esté en mi mano.
Pero sabré esperar,
sabré negociar con tu pasado.
Aprenderé a perder
para saber sonreír cuando me mires de lado.
Y te esperaré.
Leeré un rato.
Leeré lo que haga falta.
Y cuando estés, cuando me avises,
parecerá que nunca te he esperado,
que siempre he estado allí, contigo,
porque todo empezará a tu lado.