Pero no tengas miedo
de ser lo que siempre has sido sola
conmigo.
Yo soy yo.
Nadie me ha tenido nunca miedo.
Sé tú misma,
que yo casi nunca me enamoro solo de lo que veo.
No tengas miedo de enfadarte conmigo por la mañana,
de quejarte si no te entiendo,
de protestar encima de que voy a buscarte al fin del mundo
porque vengo algo nervioso y con un poco de mareo.
Sé tú misma.
No tengas miedo,
que no solo quiero que me quieras y me admires,
lo quiero todo de ti, quiero también que me odies sin motivo,
que de repente sin saber por qué
no quieras que volvamos a vernos.
Quiero que explores todas las partes de ti,
que recorras todos los rincones de tu cuerpo.
Lo quiero todo de ti,
quiero que den su opinión todos tus sentimientos.
Y así cuando me quieras
no me importará que hable mal de mí uno de ellos.
Y así cuando me odies
sabré a cuál acudir para que no nos enfademos.
Por eso, conmigo sé tú misma,
ponte de mal humor sin miedo,
que yo sabré a qué hacer caso cada vez,
encontraré el mejor camino para que sepas que te quiero.
Saca lo peor de ti,
si eso harías si no estuviera yo en medio.
Atraviésame con la mirada,
que ya encontraré yo una manera
de abrazarte sin cuerpo.