Esta es una de esas noches
en las que la poesía me aplasta.
¿Quién soy yo para escribir?
¿Quién me creo yo para poder hablar del alma?
Esta es una de esas noches
en las que solo el amor me respalda,
en las que si no fuera porque existes
pensaría que después de mí no quedaría nada.
Esta es una de esas noches
en las que lo bueno naufraga,
en las que escribo con la mano dormida
mientras el corazón mira de reojo ya a la cama.
Es una de esas noches
en las que la vida se acaba,
un libro más que termina
una oportunidad menos
para no tener que arrepentirme mañana.
Esta noche
solo el amor me respalda;
solo él me da la razón
de que estuve triste porque hacía falta.